COP26: La última cumbre que puede generar un cambio de rumbo significativo  

El tiempo se agota; el planeta se ha calentado 1.1° grados con respecto a la época preindustrial por las emisiones de Gases de Efecto Invernadero –GEI- y por la pérdida de ecosistemas que absorben estos gases. Al contrario de lo establecido en el Acuerdo de París, si los índices de emisiones actuales persisten, nos encaminamos a un aumento de 2.7° para finales de siglo, lo que traería consecuencias devastadoras. ¿Traerá la COP26 un cambio de rumbo?

El domingo inicio la Conferencia de las Partes –COP- sobre el clima, en su edición número 26. En esta oportunidad; jefes de estado, activistas ambientales, dirigentes sociales, organizaciones no gubernamentales, instituciones oficiales o empresas privadas, se reúnen en Glasgow, Escocia, para erigir propuestas que permitan limitar el calentamiento global y, por consecuencia, mitigar los efectos del cambio climático.

El panorama actual en el contexto climático no es alentador, en la COP 21 desarrollada en Francia se firmo el Acuerdo de París; un tratado internacional en el que países de todo el mundo acordaron reducir sus emisiones de Gases de Efecto Invernadero –GEI- y conservar los ecosistemas que absorben estos gases con el objetivo de limitar el calentamiento global a 1.5° con respecto a los niveles preindustriales. Sin embargo, las emisiones de GEI no se han reducido y, al contrario de lo acordado, han aumentado sutilmente las emisiones y la desforestación.

Según informa la ONU, si las emisiones de GEI y la desforestación se mantienen en los índices actuales, el planeta podría calentarse 2.7° para finales de siglo respecto a los niveles preindustriales. A pesar de que los gobiernos han esbozado planes de descarbonización de la economía a partir del tratado firmado hace 6 años en la capital francesa, la mayoría de estos no se han cumplido. Por eso se dice que esta conferencia es una de las últimas que nos permitirían mitigar realmente este problema, porque nos acercamos a un punto de inflexión en el panorama climático que desencadenaría “bucles retroactivos de sobrecalentamiento global”, según palabras del Secretario General de la ONU, Antonio Guterres.

Lo que explicaba Guterres en la inauguración de la COP26 es que; hay un punto en el que el calentamiento global se va a hacer incontrolable y, sin importar las acciones humanas, el sobrecalentamiento de la tierra generaría un circulo vicioso producido, por ejemplo, por el deshielo del permafrost que emitiría grandes cantidades de GEI a la atmosfera agravando aún más la situación y generando más calentamiento y emisiones. Es decir, que llegado ese ‘punto de inflexión’ el calentamiento global se retroalimentara y no habrá forma de frenarlo ni controlarlo.

Realmente no somos conscientes de las graves consecuencias que el cambio climático puede acarrear, con un aumento de la temperatura de 1.5 grados; 350 millones de personas padecerían severas olas de calor, al menos, una vez cada cinco años, entre el 70 y el 90% de los arrecifes de coral del planeta se verían afectados, el 6% de los insectos perderían más de la mitad de su rango geográfico, las plantas perderían un 8% de su territorio y los animales vertebrados un 4%. Con un aumento de 2° estas estadísticas aumentan drásticamente, según informa el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático –IPCC-. Además, el calentamiento global inestabiliza los patrones climáticos, generando el cambio climático, que produce que fenómenos como: sequias extremas, severas inundaciones, huracanes u olas de calor se hagan presentes con mayor frecuencia e intensidad.

Estas inclemencias y desequilibrios climáticos pueden generar miles de pérdidas humanas y económicas, directa e indirectamente. Los huracanes de mayor intensidad, las sequias más prolongadas, las inundaciones caudalosas, o las sofocantes olas de calor pueden llevarse directamente decenas, o inclusive miles, de vidas humanas. A su vez, estos fenómenos impactarían sobre la economía y los cultivos, disminuyendo el poder adquisitivo de los pueblos y encareciendo los alimentos, lo que agravaría la actual crisis alimentaria.

Con un aumento de tan solo 1.1° la tierra ya nos ha dado señales de que el cambio climático puede ser devastador; en el África subsahariana decenas de miles de personas migran hacia otros territorios –refugiados climáticos- porque el calentamiento global ha impactado seriamente en los regímenes de lluvias, generando serias sequias que han desencadenado una grave crisis alimentaria, en Sudamérica la bajante del río Paraná, relacionada con el calentamiento global y la desforestación amazónica, ha generado una grave crisis energética, económica y ecosistémica, el Círculo Polar Ártico pierde masa de hielo a un ritmo preocupante, poniendo en riesgo a la vida que allí habita y los incendios forestales se han vuelto más voraces, entre otras cuestiones.

Por lo que, con un aumento de 2.7° las consecuencias serian devastadoras. Por eso es urgente erigir planes de descarbonización, de preservación de la biodiversidad, y de restauración de ecosistemas para no llegar a ese terrible panorama.

En el acto de inauguración de la COP26, el Secretario General de las Naciones Unidas lanzó cinco mensajes claves dirigidos a los líderes mundiales:

Antonio Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas.

-Es hora de decir basta; “Basta de maltratar a la biodiversidad. Basta de maltratarnos a nosotros mismos con el carbono. Basta de tratar a la naturaleza como un retrete. Basta de quemas, perforaciones y minas cada vez más profundas” y “aunque las últimas promesas –de reducción de emisiones- fueran claras y creíbles, seguiríamos dirigiéndonos hacia la catástrofe climática”.

-Hay que mantener vigente el objetivo de los 1.5°; “Hay un déficit de credibilidad (…) sobre la reducción de las emisiones”. “Necesitamos el máximo nivel de ambición de todos los países y en todos los frentes para que Glasgow sea un éxito”, a su vez “los países del G20 tienen una responsabilidad especial, dado que representan alrededor del 80% de las emisiones”.

-Debemos hacer más para proteger a las comunidades vulnerables; en la última década casi 4.000 millones de personas fueron víctimas de desastres relacionados con el clima, y la devastación no hará más que aumentar. Por lo que, hay que destinar muchos recursos a la adaptación del cambio climático.

-La COP26 debe ser solidaria; Guterres hizo un llamamiento, nuevamente, para que las potencias cumplan con  el compromiso que adquirieron en la COP15 de financiar con 100.000 millones de dólares ‘proyectos verdes’ en los países en vías de desarrollo. “Los que más sufren son los países menos adelantados y los pequeños estados insulares en desarrollo, y necesitan financiación de forma urgente”.

-Construir a partir de los progresos; varios países han presentado compromisos creíbles para alcanzar la neutralidad de carbono –que las emisiones sean absorbidas por ecosistemas- en 2050. Otros han dejado de financiar al carbón y más de 700 ciudades están marcando el camino de la neutralidad de carbón. “En nombre de esta generación y de las generaciones futuras, los insto: A que elijan la ambición. A que elijan la solidaridad. A que elijan la protección de nuestro futuro y el de la humanidad”, concluyó.

Los países más contaminantes:

China, Estados Unidos, India y Rusia, son los países que encabezan el ranking de emisiones de GEI;

China se pone en el primer puesto con una emisión de 2.777 millones de toneladas de carbón en 2019.

Le sigue Estados Unidos con una emisión de 1.442 millones de toneladas en 2019.

India se coloca en el tercer lugar con una emisión de 714 millones de toneladas en 2019.

Rusia es el cuarto mayor emisor con 458 millones de toneladas de carbón emitidas en 2019.

Sin embargo los jefes de estado de China y Rusia, Xi Jinping y Vladimir Putin, respectivamente, no acudieron a la COP26 ni enviaron delegados gubernamentales a la conferencia. China anuncio que participara mediante una declaración escrita, y aunque hace unos años prometió que su economía sería neutral en carbono en el año 2060, solo se limitó a decir que alcanzara el pico de emisiones de GEI antes del 2030, es decir que sus emisiones seguirán acrecentándose durante esta década, una estrategia contraria a lo que exige el planeta.

Por su parte, después de que el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, cuestionara la ausencia de Rusia en la COP, el país soviético anuncio que destinara entre el 1.5 y el 2% de su PBI para reducir en un 80% sus emisiones de GEI para el 2050, con el objetivo de alcanzar la neutralidad de carbono en 2060.

Vladimir Putin y Xi Jinping, mandatarios de Rusia y China, respectivamente.

Es crucial que los mayores emisores sean más ambiciosos en sus metas climáticas que los países menos contaminantes, en este contexto, el mandatario de los Estados Unidos, quien se hecho una siesta en la inauguración de la COP, dijo que;  los objetivos climáticos de su administración son; reducir en un 50% sus emisiones para el 2030, con respecto a los valores del 2005,y crear un sistema de producción de electricidad sin emisiones de carbono para el 2035, también tiene el objetivo de que en 2030 el 50% de los vehículos comercializados en el país sean eléctricos.

Para ello lanzó un plan de financiamiento de 3.5 billones de dólares, que posteriormente fue reducido a 1.75 billones por las presiones del congreso estadounidense.

La conferencia recién empieza, y aún no han hablado todos los mandatarios ni han comenzado las negociaciones. Pero uno de los que hablo hoy es el presidente de Argentina, Alberto Fernández, que sugirió que Argentina es un acreedor ambiental, por lo que, su deuda puede ser canjeable por servicios ecosistémicos, también se sumo al pedido de Guterres de que las naciones desarrolladas inviertan en ‘proyectos verdes’ en los países en vías de desarrollo, propuso la creación de un Comité Político y Técnico que trabaje en la definición de una hoja de ruta sobre como movilizar los fondos necesarios para enfrentar la crisis climática y anuncio que una empresa australiana invertirá más de 8.400 millones de dólares en el país para la producción de ‘hidrogeno verde’. Anteriormente, había anunciado que elevo en más del 25% sus ambiciones de reducción de emisiones de GEI con respecto a lo propuesto en 2016 por el ex presidente Mauricio Macri.

Sin embargo, el país sudamericano sigue teniendo niveles de desforestación muy elevados, tan solo en el 2020 perdió 1.300.000 hectáreas de cubierta forestal por los incendios y los desmontes, y dijo que adoptara medidas para frenar la desforestación ilegal, tipificándola como delito ambiental, y enviara un nuevo proyecto de Presupuestos Mínimos para la Protección Ambiental de Bosques Nativos, “se trata de compromisos tangibles, concretos” concluyó.

Alberto Fernández, presidente de Argentina.

Sin embargo, Argentina, se encuentra entre los países que hacen lobby en la ONU para que se minimice la necesidad de reducir las emisiones de GEI, junto a Arabia Saudita, Australia, Brasil y Japón, según difundió la BBC a finales del pasado octubre.

Esta no es la primer conferencia mundial sobre cambio climático, aunque si una de las más importantes, y a pesar de que los diferentes gobiernos esbocen planes y oratorias para dejar conforme a la población mundial que los está observando, muchas de estas promesas puede quedar en simples monólogos, como ha sucedido con anterioridad.

Debido al hartazgo de propuestas con falsas soluciones, la activista ambiental Gretha Thumberg, quien esta vez no fue invitada a participar en la COP, dijo en una manifestación que “el cambio no vendrá de allí dentro (…) decimos basta de bla, bla, bla, basta de explotar a las personas, la naturaleza y el planeta”. Y añadió que “esta COP26 es hasta ahora igual que las COP anteriores, que no nos llevaron a ningún resultado, (…) en las COP solo hay políticos y personas en el poder que fingen tomarse nuestro futuro en serio”.

Gretha Thumberg, dirigente socioambiental.

Hoy es la tercera jornada de la conferencia que se extenderá hasta el 12 de noviembre, por lo que solo queda esperar a ver si la COP26 supone un cambio de rumbo drástico o si, como sucedió anteriormente, queda en promesas vacías.

Apoya al periodismo ambiental autogestivo donando mediante Mercado Pago al alias “Eco-Press”.

Yo Que Como ofrece una variada linea de productos libres de gluten certificados (RNE-RNPA), sin conservantes ni aditivos, producidos artesanalmente con materias primas de primera calidad.
https://www.instagram.com/yo_que_como/?hl=es

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: