Solo 16 países en el mundo utilizan el sistema electoral de una boleta por partido, entre ellos Argentina. El anticuado sistema electoral argentino, al imprimir una cantidad abismal de boletas de papel, acarrea un gran gasto público y acrecienta la deforestación y la generación de basura panfletaria. Para mitigar esta problemática, diferentes sectores políticos y de la sociedad civil proponen la implementación de la Boleta Única Papel.
El sistema electoral argetino es, sin duda alguna, anticuado e insostenible ambientalmente. Imprimir millones de boletas por cada partido que se candidatea a algún cargo gubernamental es algo que solo hacen 16 países en el mundo, en Latinoamérica solo Uruguay y Argentina tienen el sistema de una boleta por partido.
Este sistema conlleva un elevado gasto público que se podría reducir considerablemente con la Boleta Única Papel, al disminuir la impresión de boletas. En las elecciones presidenciales del 2019 el gobierno gastó más de 284 millones de pesos tán solo en la impresión de boletas, según datos de la Cámara Nacional Electoral -CNE-
El gobierno nacional, a través de los organismos electorales, otorga a los partidos políticos que se candidatean a las elecciones generales aportes que permitan imprimir dos boletas por cada elector registrado. Para las primarias la CNE le otorga a cada partido los recursos necesarios para imprimir una boleta por elector empadronado.
En las últimas elecciones legislativas más de 34 millones de argentinos y nacionalizados estuvieron habilitados para votar, si tenemos en cuenta que cada partido imprime boletas para un padrón entero, o más, y lo multiplicamos por los tres o cuatro partidos más ´populares´del país, nos percatamos de que se imprimieron entre 102 y 136 millones de boletas para un electorado de 34 millones de personas, solo para los partidos más relevantes.
Según estimaciones, contando a todos los partidos, se imprimen unas 340 millones de boletas por elección.

Los partidos, ya sea porque anhelan que todo el padrón vote o porque desean ganar de forma unánime (algo que nunca ha sucedido en la historia), imprimen una cantidad de boletas muy superior al de sus potenciales votantes. Además, en la etapa de campaña los diferentes candidatos reparten otros millones de panfletos entre el electorado, la mayoría de estas boletas terminan desechadas en la vía pública, aumentando el problema de la basura urbana.

La impresión de boletas muy superior a la cantidad de electores, además de acarrear un importante gasto público, conlleva un innecesario consumo de recursos como madera, agua o energía, necesarios para producir el papel utilizado para imprimir los panfletos. Se estima que para imprimir las boletas de las últimas elecciones se precisó la madera de unos 42 mil árboles. Y a pesar de la gran disponibilidad de material para imprimir panfletos con material reciclado, la mayoría de boletas son de un blanco pulcro, lo que nos indica que es papel ‘virgen’.
Además se necesita mucho combustible para distribuir los millones de panfletos por todo el país. Todo este gasto de recursos económicos y naturales para que la mayoría de boletas terminen desechadas luego de las elecciones.
Con el objetivo de mitigar este problema, algunos sectores políticos, de la sociedad civil y ONG’S proponen la implementación de la Boleta Única Papel, un modelo de sufragio que integra a todos los partidos y candidatos en una sola boleta, y el elector solo debe marcar con una lapicera a quien desea votar.

Este modelo electoral surgió por primera vez a mediados del siglo XIX en Australia, luego con el paso del tiempo muchos países -como Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Perú o Colombia- adoptaron, con sus variantes, la Boleta Unica Papel.
Los partidarios de la Boleta Única aseguran que su implementación reduciría el gasto público y el impacto ambiental. Además argumentan que mejoraría la transparencia y la calidad en la democracia, ya que al integrarse todos los candidatos en una boleta nunca faltarían los panfletos del candidato a quien deseamos votar.
También, al imprimirse las boletas suficientes para un padrón, se dejaría de imprimir una cantidad innecesaria de panfletos, lo que reduciría el impacto ambiental.
En ese sentido, ayer ingresó a la Cámara de Diputados un proyecto para la implementación de la Boleta Única en las elecciones presidenciales del 2023. El proyecto está impulsado por la oposición, aunque cuenta con el apoyo de algunos legisladores oficialistas, la iniciativa ahora deberá ser tratada en las comisiones de Asuntos Constitucionales y de Justicia.
Actualmente son 8 diferentes proyectos los que circulan en Diputados, pero el del legislador Florencio Randazzo lleva ventaja dado que cuenta con amplio apoyo del oficialismo y la oposición.
El proyecto comenzará su tratamiento en comisiones el próximo 11 de mayo y luego, dependiendo lo acordado por las comisiones, se tratará, o no, en la Cámara de Diputados.
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