Desde el año 2017, durante la administración del ex presidente Macri, el Gobierno Nacional comenzó a barajar la posibilidad de buscar petróleo en el Mar Argentino para, eventualmente, explotarlo. Desde aquel entonces, un grueso de la sociedad civil se manifestó en rechazo a la exploración sísmica en el Mar Argentino.
La exploración sísmica detona bombas estruendosas –tan potentes como el despegue de un cohete espacial- que abarcan hasta 300 mil kilómetros cuadrados, cada 10 segundos, las 24 horas del día, durante varios meses. Luego unos sensores recolectan los datos de resonancia y los convierten en un mapa detallado del fondo marino. El principal objetivo de esta actividad es hallar yacimientos de combustibles fósiles.
Dejando de lado la eventual explotación petrolera, que aumentaría la concentración de Gases de Efecto Invernadero –GEI- en la atmosfera y que podría ocasionar derrames de crudo. El solo hecho de buscar los yacimientos de hidrocarburos ya perjudica seriamente al ecosistema marino, ya que los fuertes y constantes estruendos afectan seriamente a la fauna vertebrada e invertebrada del mar.
Mariano Sironi, biólogo del Instituto de Conservación de las Ballenas, explico en comunicación con EcoPress que esta técnica afecta seriamente a los cetaceos porque “viven en un mundo de sonidos, dependen de él para; captar información del medio, comunicarse entre ellas, encontrar alimento, encontrar pareja y reproducirse. Todo lo que afecte el ambiente acustico del mar afecta a las ballenas, y si estos sonidos son muy intensos, como los de la exploración petrolera, pueden causar daños físicos en los animales, porque las explosiones -producen- un ruido tan intenso que realmente puede dañar los órganos internos e incluso llegar a provocar la muerte de los animales».
A finales del 2021, el gobierno de Alberto Fernández aprobó la exploración petrolera Off-Shore que se llevaría a cabo por la petrolera Equinor, en conjunto con la estatal YPF y la angloholandesa Shell. Rápidamente, gran parte de la sociedad manifestó su rechazo a esta actividad mediante manifestaciones en las calles, redes sociales y recursos judiciales.
Luego de varias semanas, el pasado viernes, el Juzgado Federal 2 de Mar del Plata, a cargo de Santiago Martín, falló en contra de la exploración sísmica y ordeno la suspensión de la actividad de forma inmediata ya que considera que hubo un cumplimiento defectuoso en los estándares de información y participación ciudadana. Además, asegura que el Estudio de Impacto Ambiental tiene falencias y reconoce que la actividad puede perjudicar seriamente al ecosistema marino.
No obstante, el Ministro de Energía, Darío Martínez, preciso que “se apelara –el fallo- y que los abogados del Ministerio de Ambiente, del Ministerio de Energía y la Procuración están analizando el fallo y preparando la presentación judicial correspondiente”.
Desde el gobierno aseguran que “la exploración y producción Off-Shore es segura, no contamina y no perjudica la fauna marina”. Una afirmación que ha sido desmentida por diversas organizaciones ambientales, por la prensa, por abogados y estudiosos de la biología marina.
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