En la mañana del lunes una nube de humo naranja comenzó a salir de la Fábrica Militar de Río Tercero, el intendente de la ciudad decidió clausurar preventivamente a la planta hasta que se esclarezca el hecho. Se trata de un incidente que tiene precedentes en uno de los polos químicos más importantes de Latinoamérica.
Río Tercero vivió una situación de alarma ayer cuando la Fábrica Militar sufrió una fuga de ácido nítrico. Los vecinos de las adyacencias al polo industrial dieron la alarma cuando divisaron una densa columna de humo naranja proveniente de la planta de ácido nítrico de la Fábrica Militar de la localidad. La preocupación se trasladó a las redes sociales donde los vecinos subieron imágenes mostrando el suceso.
En comunicación con Cadena 3, el secretario de Seguridad de la Municipalidad de Río Tercero, Miguel Canuto, dijo que la fuga es consecuencia de una “parada técnica repentina de la planta de ácido nítrico” de la fábrica en cuestión.
“Esa planta, ante cortes repentinos, libera gases al ambiente y se ve una gran nube de color naranja: lo que impresiona mucho a los vecinos. Se han tocado las sirenas comunitarias para que los vecinos entren a sus casas, se refugien”, añadió el funcionario.
“La dirección del viento en ese momento era noreste, afectando al barrio Monte Grande” agregó el funcionario en comunicación con la prensa local.
Por su parte, el intendente de la ciudad, Marcos Ferrer, definió la suspensión de las actividades en la planta de la Fábrica Militar y, a través de sus redes sociales, relato que “a raíz de lo sucedido en la planta de Ácido Nítrico de la FMRT -Fábrica Militar de Río Tercero- y a modo de prevención para toda la comunidad, he decidido clausurar la misma, ya que hasta el momento no poseemos un informe técnico oficial que nos ponga al tanto de lo ocurrido”. “Según versiones no oficiales, la planta sufrió una parada repentina y que a raíz de ese desperfecto se produjo una densa nube que afectó al sector de la ciudad”, subrayó el jefe comunal.
Prosiguió puntualizando que “otro de los motivos por los cuales he tomado la decisión de inhabilitar momentáneamente la actividad es porque se ha incumplido el protocolo de emergencia, ya que no se activó la alarma comunitaria en la zona afectada”. Canuto, por su parte, agregó que fueron los propios vecinos los que alertaron de la fuga.
También explicitó que no se registraron personas lesionadas y agregó que “ya tiene conocimiento Ambiente de la Provincia de Córdoba, que estará prestando colaboración para estar presentes dentro del predio y analizar cómo se continúa de aquí en adelante”.
Este no es un caso aislado en uno de los polos químicos más importantes de Latinoamérica, en Río Tercero operan empresas como el Grupo Albaugh, Atanor o Petroquímica Río Tercero, además de la fábrica militar.
Albaugh es el mayor productor privado de pesticidas, fungicidas, insecticidas y reguladores de crecimiento, es el único productor de 2-4 D y 2-4 DB del Mercosur, el segundo productor de Glifosato de Argentina y uno de los mayores productores de Atrazina y Dicamba del mundo. Todos químicos cuestionados por sus efectos en el ambiente y la salud.
Petroquímica Río Tercero produce, entre otros productos, Diisocianato de Tolueno -TDI-. A su vez, este complejo industrial está conectado con la Fábrica Militar, esta le provee a la petroquímica cien toneladas diarias de ácido nítrico, además esta última utiliza fosgeno para la elaboración de productos.
La inhalación de fosgeno puede causar daños en el sistema respiratorio de forma irreparable, además puede producir la muerte por asfixia si la intoxicación es alta, un dato de color es que el ejercito alemán lo utilizo como arma química en la Primera Guerra Mundial. Por otra parte, la inhalación de ácido nítrico puede provocar asfixia, mareos, tos, presión arterial baja, pulso rápido, edema pulmonar o expectoración de sangre, entre otros síntomas.
En la década del 2004 al 2015, según relata Sala de Prensa Ambiental, se produjeron escapes de los químicos antes mencionados, hubo más de 40 operarios internados por exposición a estos gases y 2 trabajadores muertos. A pesar de ello, la situación no se ha remediado.

En comunicación con el medio ambiental cordobés, Eduardo Aime, ex funcionario de la Secretaría de Ambiente de Córdoba dijo que durante su gestión observó que “en el polo químico de Río Tercero muchas industrias no aplican los protocolos de seguridad ni el mantenimiento de su infraestructura” y en el 2018 predijo que “esta situación se agravará con las dificultades económicas que atraviesa el país, por lo que es posible que comiencen a repetirse estos sucesos por falta de control e inversiones”.
Maria Luisa Pignata, es Doctora en Ciencias Químicas y pertenece al Departamento de Química de la Universidad Nacional de Córdoba y explica que “frecuentemente, hay escapes de ácido clorhídrico, nítrico y de amoniaco. Los escapes de ácido si bien son muy molestos, no son de alto riesgo porque no son cancerígenos. El amoniaco tiene un efecto irritante que promueve enfermedades respiratorias como asma o rinitis, pero no hay que temer en lo que hace a toxicidad”, pero explica que “si el escape de produce en Atanor sería grave porque allí producen 2-4 D que es un herbicida cancerígeno”.
“Petroquímica y Fabricaciones Militares tienen una infraestructura muy obsoleta”, afirma la doctora en Ciencias Químicas: “Son tan arcaicas que cuando uno las conoce, dice: ¿qué tipo de control ambiental se puede hacer acá? Ninguno, porque las roturas se producen permanentemente”, asegura Pignata.
De esta forma, la desidia empresarial y gubernamental pone en riesgo a los vecinos de Río Tercero para producir químicos que ponen en riesgo a las poblaciones rurales de Argentina y Sudamérica, además de generar, en la producción y utilización, un terrible impacto ambiental.
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