Vecinos de Siete Cajones denuncian que el Gerente General de EDESAL, Gustavo Avendaño, pretende construir un vado sobre el Río Grande y un camino a ambos lados del cauce para acceder a sus loteos. El proyecto intervendría “la única playa pública de Siete Cajones”, denuncian los vecinos a través de un comunicado.
La obra inició hace unos meses sin contar con los permisos correspondientes, razón por la cual los vecinos reclamaron ante las autoridades municipales y ambientales logrando paralizar momentáneamente las tareas. Recientemente las obras reiniciaron, y “la información disponible señala un Estudio de Impacto Ambiental -EsIA- deficiente y la existencia de caminos alternativos al loteo privado, lo que pone en duda la necesidad real de intervenir el río”. Además, la zona en cuestión está protegida por la Ley Nacional de Bosques, añaden en el comunicado.
“Esta construcción tendría un impacto ambiental sustancial: la intervención –del río- podría obstaculizar o estancar el curso del agua, amenazando a la flora y fauna autóctona. Además, el paisaje natural sería modificado y la viabilidad del turismo se vería comprometida, afectando a la economía local”, advierten los vecinos. Este proyecto modificaría “la única playa pública de Siete Cajones. No es lo mismo bañarte en un río rodeado de naturaleza, que bañarte al lado de un bodoque de cemento, con el agua estancada y autos pasando al lado tuyo”, denuncian al ser consultados por EcoPress.
Por otra parte, el proyecto no cuenta con todas las aprobaciones necesarias para llevarse a cabo. Ayer “metieron una maquina en el camino –de acceso a la playa- y sacaron varios árboles, esa parte no estaba autorizada” por lo que las autoridades volvieron a paralizar la obra, explica un vecino. A pesar del requerimiento de frenar las tareas, hoy la maquina volvió a trabajar en el lugar de manera irregular.
Además del impacto ecológico y de los perjuicios al paisaje que el proyecto acarrea, los vecinos denuncian la vulneración de su derecho a participar en el proceso Evaluación de Impacto Ambiental, como lo garantiza la ley provincial, nacional e internacional. “Además, -el proyecto- no tiene licencia social, nadie en la comunidad está de acuerdo”, señalan al ser consultados.
“Siete Cajones es un refugio natural, hogar de bosques nativos y fauna silvestre. Es un espacio para conectarse con la naturaleza, y es por eso que nos vemos en la responsabilidad de proteger su patrimonio medioambiental”, sentencian finalmente en el comunicado.
EcoPress - Periodismo Ambiental 