El pasado 18 de mayo, el Concejo Deliberante de Villa Mercedes aprobó una ordenanza que buscaba reducir la utilización de plástico a través de la prohibición de los plásticos de un solo uso. Sin embargo, el día de ayer el intendente Maximiliano Frontera, representante del Frente de Unidad Justicialista, veto la ordenanza.

Considerando que “la Carta Orgánica Municipal en sus artículos 43, 44 y 45 prevé la facultad del Departamento Ejecutivo de vetar, total o parcialmente, las Ordenanzas sancionadas por el cuerpo Deliberativo” iniciaba el decreto 2284/2021, publicado el día de ayer, que veta la ordenanza que prohíbe los plásticos descartables.
Argumentando que: “son numerosas las consultas o inquietudes efectuadas por comerciantes gastronómicos, rotiserías, cotillones, farmacias, kioscos y comerciantes del rubro de descartable recibidas por el Departamento Ejecutivo Municipal, sobre el rango temporal de aplicación, requiriendo un análisis más exhaustivo sobre el impacto de las prohibiciones contenidas en el proyecto de ordenanza de estudio” y “Que el plazo de aplicación establecido en el proyecto de ordenanza, y contrastando con otras iniciativas similares, es ínfimo, lo que materialmente se traduce se traduce en perjuicios para un sector de la población”. Frontera veto la ordenanza, en un gesto que evidencia su falta de voluntad política con respecto al medio ambiente.
La edil Lucrecia Soria, quien elevo la propuesta al Concejo, explicaba luego de la sanción que la iniciativa busca educar y comprometer a la población sobre el impacto que el polietileno tereftalato –PET-, el plástico más utilizado, puede ocasionar en el ambiente, “este es un material que demora 180 años en poder degradarse. Pero además, durante todo este tiempo, se transforma en micropartículas. Y diferentes estudios han detectado estos residuos en el agua, tanto en la corriente de grifo como en la embotellada”. Otro estudio de la Universidad de Newcastle de Australia, concluyo que los humanos consumimos en promedio cerca de 5 gramos de plástico semanalmente –el equivalente a una tarjeta de crédito-, debido a la contaminación de los microplásticos.
Otro de los argumentos del veto es que “La mayoría de los protocolos sanitarios recomiendan y promueven el uso de descartables (…) respecto de la limpieza se recomienda que, los cubiertos platos, vasos y demás utensilios sean descartables. En caso de que no sea posible la persona en aislamiento los lavara con agua caliente y jabón para su reutilización”, citando uno de los protocolos y recomendaciones para prevenir el Covid-19, publicado en abril del 2020. Pero este argumento esta fuera de lugar, ya que en la ordenanza quedan exceptuados los plásticos que vienen de fabrica, como bebidas embotelladas, y también quedan exentos los de uso terapéutico, sanitario o de higiene.
Sin embargo, aunque las políticas ambientales de Villa Mercedes son deplorables, como su gestión de los residuos sólidos urbanos, en el decreto hallamos un argumento coherente “Algunos proyectos presentados en el Congreso Nacional, establecen esquemas viables de restricción y prohibición en el orden nacional, fijando cronogramas anuales de restricción y hasta bianuales para su prohibición total, con el objeto de que la sociedad completa pueda adecuarse al nuevo ordenamiento y cumplirlo sin daños colaterales considerables”, es decir que el plazo establecido para la prohibición es muy corto.
Quizás por ello, la Ordenanza que prohíbe los plásticos de un solo uso en la Ciudad de San Luis fracasó y se ha convertido en una normativa fantasma, siendo que también establecía un plazo de implementación corto y que, a día de hoy luego de 5 meses de la implementación, podemos ver como en la capital provincial los comercios –en su mayoría- hacen caso omiso a la normativa.
Finalmente, “EL INTENDENTE MUNICIPAL EN USO DE LAS FACULTADES QUE LE SON PROPIAS, DECRETA: VETAR in totum la Ordenanza Municipal № 1095-EMAH/O/2021, sancionada por el Honorable Concejo Deliberante de la Ciudad de Villa Mercedes en Sesión Ordinaria de fecha 18 de mayo de 2021”.
Para despedir esta nota quiero consultarles: ¿Qué es peor? ¿Una ordenanza fantasma que no se cumple, como en San Luis Ciudad, o una ordenanza vetada por el intendente para desligarse de su responsabilidad ambiental?
