Más de 450 organizaciones socioambientales de Latinoamérica, Europa e inclusive África se unieron en una campaña contra el acuerdo UE-Mercosur, aseguran que es perjudicial para el ambiente y para el desarrollo sostenible.

En el año 2019, el Mercosur –mercado común del sur-, integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, firmaron con la Unión Europea un tratado comercial entre ambos bloques.
El acuerdo -a grandes rasgos- permitirá intensificar la relación con la eliminación del 90% de los aranceles que ahora soportan los bienes europeos que llegan al bloque Americano. A cambio, la UE ofrece facilidades para las exportaciones agrícolas y ganaderas en un gesto de reciprocidad. Algo que preocupa a los productores agrícolas franceses y a los ganaderos de Irlanda.
Además, ambientalistas denuncian que este tratado tiene irregularidades en materia ambiental y que podría acarrear un aumento en la deforestación y devastación ambiental en los países miembros del Merocosur, inclusive gobiernos como el de Emmanuel Macron –presidente de Francia- o Alexander Van Der Bellen –presidente de Austria- manifestaron sus preocupaciones respecto a las cuestiones ambientales del pacto, aducen que este no incluye suficientes garantías sobre la lucha contra el Cambio Climático y que –entre otros aspectos- podría incentivar al gobierno de Jair Bolsonaro –presidente de Brasil- a proseguir y aumentar la deforestación de la Amazona al favorecer las exportaciones agro-ganaderas.
Para el abogado especializado en derecho ambiental, Werner Grau, socio del bufete brasilero Pinheiro Neto, el acuerdo interregional es esencialmente económico y no deja claro cómo serán aplicadas algunas reglas incluidas en el capítulo sobre desarrollo sustentable.
Por otra parte, más de 450 organizaciones socioambientales de 27 países, de Latinoamérica, Europa y África han unido sus fuerzas para oponerse al acuerdo y en la página http://www.stopeumercosur.com han hecho pública su denuncia, en 9 idiomas diferentes:

“Las organizaciones que firman esta declaración hacen un llamamiento a las y los dirigentes políticos de ambos lados del Atlántico para que detengan el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y Mercosur.
El acuerdo UE-Mercosur es parte de un modelo comercial obsoleto, típico del siglo XX, que ha fracasado: un modelo que sirve a los intereses corporativos a expensas de los límites planetarios, del bienestar animal y promoviendo las desigualdades sociales. Los objetivos y elementos centrales de este acuerdo van en contra de la acción climática, la soberanía alimentaria y la defensa de los derechos humanos y el medio ambiente. Este acuerdo incentivará aún más la destrucción y el colapso de la biodiversidad del Amazonas, el Cerrado y el Gran Chaco a través del incremento de las cuotas de ganado y etanol, perpetuando un modelo de agricultura extractiva, ejemplificado por el sobrepastoreo, la expansión de la ganadería intensiva con cebaderos para las reses y los monocultivos dependientes de pesticidas químicos.
El acuerdo UE-Mercosur destruirá los medios de vida del campesinado y las pequeñas explotaciones agrícolas familiares en Europa y América Latina. Al intercambiar productos agrícolas por automóviles que contaminan, el Acuerdo supone una amenaza inminente para los empleos en el sector industrial en los países del Mercosur. Se perpetúa, así, un modelo de dependencia donde las economías sudamericanas son las exportadoras de materias primas baratas obtenidas mediante la destrucción de recursos naturales vitales, en lugar de fomentar el desarrollo de economías sólidas, diversificadas y sostenibles.
Para que el futuro sea viable y sostenible, el modelo de políticas comerciales del siglo XXI debe apoyar, en lugar de socavar, los esfuerzos para promover sociedades socialmente justas y ecológicamente resilientes basadas en los principios de solidaridad, protección de los derechos humanos y respeto por los límites planetarios. La ciudadanía de Europa y América del Sur están uniéndose en contra del acuerdo entre la UE y Mercosur y trabajando para lograr un futuro mejor.
Nosotras, las organizaciones firmantes, somos parte del movimiento que exige los gobiernos que determinan el acuerdo UE-Mercosur”.
No obstante, si este acuerdo se entierra, potencias como China ocuparan el “hueco”, observando la política ambiental del gigante asiático, en ese caso el compromiso con el medio ambiente no sería una prioridad. Como lo hemos expuesto en Eco Press acerca del “Pacto Porcino entre Argentina y China”.
Fuentes:
El País
Deutsche Welle
Stop UE-Mercosur