El cambio climático existe y ya está destruyendo y alterando ecosistemas, a causa de eso millones de personas migran en busca de un lugar más prospero para la vida. Algunos huyen de las inmensas inundaciones como en Yakarta, filipinas y otros salen en busca de un poco de agua, como en las localidades del áfrica subsahariana.

En el 2019 casi 25 millones de personas tuvieron que abandonar sus hogares por inundaciones, tormentas, incendios o sequias. Esta cifra es 3 veces más alta que los que se desplazaron por violencia o conflictos armados.
El pasado año hubo un total de 33,4 millones de desplazamientos internos (personas que abandonan sus hogares, pero que siguen en el mismo país) debidos a conflictos o desastres. Unos 8,5 millones se desplazaron debido a la violencia y a los conflictos armados, mientras que casi 25 millones se desplazaron por catástrofes ambientales.
Los desastres provocados por la crisis climática son las principales causas de desplazamiento y entre los medios surge la categoría de “refugiado climático”. Sin embargo, este término no existe en el derecho internacional ni tampoco es reconocido por ACNUR, la agencia de la ONU para los refugiados. El término “refugiado climático” no está respaldado por ACNUR, y es más preciso referirse a “personas desplazadas en el contexto de desastres y cambio climático”.
Un artículo científico publicado recientemente en la revista Science plantea que los cambios bruscos de clima han obligado a algunas personas a solicitar asilo dentro de la Unión Europea. Los investigadores observaron que en un periodo de 15 años las solicitudes de asilo en Europa aumentaron al mismo ritmo que los registros de “temperaturas más altas de lo normal” en los países de origen de los solicitantes de asilo.
El calentamiento global hace que las condiciones climáticas sean más intensas, en una parte del mundo las sequias se hacen más secas y largas y en el otro continente una ciudad se hunde debido al derretimiento de los polos y la erosión. A eso hay que sumarle el aumento de la población y la inacción contra los gases de efecto invernadero (GEI).
El permafrost (el hielo polar que nunca se derrite) está comenzando a derretirse, consecuencia de ello se liberaran millones de toneladas de GEI a la atmosfera, agravando así el problema del calentamiento global y dificultando las posibilidades de mitigarlo.
Con estas cifras las predicciones a futuro no son optimistas, se prevé que los efectos del cambio climático se agraven y por ende aumenten los desplazamientos en busca de un territorio más prospero para la vida. Lamentablemente los “refugiados climáticos” son los que menos contribuyen a este fenómeno, pero son los que pagan los “platos rotos”.
Según Nina Birkeland, del consejo noruego para refugiados, si las condiciones climáticas persisten con los índices actuales para el año 2050 alrededor de 500 millones de personas se verán obligadas a desplazarse por las cuestiones climáticas.
Fuentes:
Deutsche Welle
New York Times
France 24
ACNUR
Por: Maico Martini