Desde lesiones y quemaduras causadas por el uso de pirotecnia hasta la afectación al medio ambiente y a la fauna domestica, urbana y silvestre.
Desde su invención, los fuegos artificiales forman parte de muchas festividades a nivel global, desde el año nuevo Chino hasta la navidad cristiana. Por sus estallidos estruendosos y los colores que emiten, simbolizan fiesta y celebración . Sin embargo estos provocan graves daños en la salud humana, en el ambiente y en la fauna domestica, urbana y silvestre.
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En lo que respecta a las lesiones provocadas por el uso u observación de pirotecnia, el 50% de los lesionados son niños, según la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP). “Los niños representan una parte desproporcionadamente grande de los lesionados por pirotecnia: son cerca del 50% de las víctimas y el grupo de 10 a 15 años es el más afectado. Los menores no pueden entender el peligro de los fuegos artificiales, carecen de la capacidad de reacción necesaria para eludir el riesgo de incendio o explosión o actuar adecuadamente en caso de emergencia” indico el doctor Rubén Zabala, médico pediatra y secretario del Comité Nacional de Prevención de Lesiones de la SAP.
Todos los elementos pirotécnicos pueden producir lesiones: los petardos, las bengalas, los artefactos aéreos y la pirotecnia ilegal son los más frecuentemente implicados, pero ninguno es inofensivo, hasta las “estrellitas” pueden incendiar la ropa o lesionar los ojos.
“No solamente están expuestos quienes los manipulan, sino que entre el 25% y el 50% de los lesionados son solo espectadores u observadores que no manejan ni encienden artefactos pirotécnicos. En menores de 5 años la proporción de lesionados en forma pasiva es mayor (70% a 100%). Hay espectadores con lesiones graves en los ojos que permanecían a una distancia de hasta 30 metros de lugar del artefacto”, detalló Zabala.
Estos artefactos también implican un peligro para los oídos.
De acuerdo con estándares de la Organización Mundial de la Salud, el parámetro de 70 a 80 decibeles (dB) constituye la intensidad sonora máxima de exposición a un sonido o ruido, para evitar posibles lesiones auditivas, mientras que recomiendan no habitar en lugares con ruidos superiores a 65 dB. Por su parte, el estallido de un cohete o petardo grande puede generar un estruendo de hasta 190 dB, mucho más de lo que el oído adulto puede soportar, por lo que los tímpanos de los bebes están más expuestos al daño.
También afecta especialmente a personas con puntuales afectaciones, trastornos o enfermedades, por ejemplo, quienes tienen el Trastorno del Espectro Autista (TEA), en estas personas existe una sensibilidad exacerbada a los ruidos y explosiones de los fuegos de artificio, provocan en ellos reacciones desmedidas de angustia, y hasta ataques de pánico. Al igual que las personas que tienen el TEA, algunos animales padecen los mismos síntomas o peores.
¿Cómo afecta la pirotecnia a los animales?
El ruido de las explosiones de los petardos y cohetes generan pánico y estrés en los animales, pues muchos tienen una capacidad auditiva más sensible que la humana. Al incrementar su ritmo cardiaco y no ser capaces de racionalizar el miedo, muchos terminan muriendo de infartos.

Animales domésticos como perros y gatos, terminan lesionados por tratar de huir del ruido de la pirotecnia, otros en su intento de resguardarse en un lugar más silencioso escapan del hogar y se pierden, debido a la sobreexcitación y las sensaciones de perturbación en la localización.
Pero la pirotecnia también afecta a la fauna urbana, en especial a las aves, según María Ángela Echeverry, directora de la maestría en conservación y uso de la biodiversidad de la Universidad de Javeriana «Cuando empiezan a estallar los juegos pirotécnicos, sobre todo en horas de la noche, la mayoría de los pájaros desarrollan un estado de alerta y ante eso huyen y no vuelven, al considerar que no es un sitio seguro dada la magnitud y el tiempo de duración de las explosiones». Indico
Esto recae en la disminución de la población de aves, ya que: «Las explosiones de la pólvora pueden también tener un impacto negativo a nivel de las poblaciones de aves debido a la disminución considerable del número de individuos, pues muchas aves huyen dejando a sus pichones, que finalmente mueren» sostuvo.

Esto se agrava si tenemos en cuenta, que en Sudamérica, en la época festiva, muchas aves están en su etapa de reproducción.
Pero sin embargo, la pirotecnia también puede dañar la vida silvestre, en espacios naturales cercanos a urbanizaciones, muchos animales silvestres padecen los síntomas antes mencionados. Además de eso, los fuegos artificiales –en especial los cohetes- son causantes de incendios forestales y urbanos, «Los palos de los voladores caen sin control y se pueden enredar en los árboles, causando afectaciones a los nidos y los animales. Además se pueden provocar incendios en los ecosistemas, que terminan por destruir el hábitat natural de las especies», expresó Sebastián Salcedo, ingeniero forestal.
¿Cómo afecta la pirotecnia al medioambiente?
El agua utilizada en su fabricación, que radica en la pólvora (una mezcla de elementos químicos como el nitrato de potasio, nitrato de sodio, azufre y carbón), sufre una gran contaminación.
Esta mezcla de nitratos, sulfatos y percloratos en forma de sodio, cobre, estroncio, litio, antimonio, magnesio y aluminio, sin olvidar el bario de isotopos radioactivos que nos ofrece el color verde, generan una gran contaminación en el aire.
En el aire, el cohete libera monóxido de carbono (CO) y partículas suspendidas que causan graves problemas respiratorios al ser inhalados y entrar directamente al fondo pulmonar, peligro que se agrava en personas con enfermedades de base. Por su parte el CO, gas sin olor ni color, puede causar súbito malestar por envenenamiento, e incluso la muerte. –la mayor parte de casos de envenenamiento de CO se dan en ambientes cerrados-.
Además, según estudios recientes de la Facultad de Geografía de la Universidad Autónoma del Estado de México, los cohetes pueden alterar el ciclo de lluvias. Estos provocan retrasos en los ciclos de lluvias generando contaminación atmosférica, ya que los cohetes disipan las partículas de agua desvaneciéndolas, provocando que no lloviese como debería. Generando también una gran contaminación por la pólvora que se quema.
Por estas, y otras, razones; en muchos municipios o distritos el uso de la pirotecnia esta prohibida. Por ejemplo; en la Ciudad de San Luis el uso de pirotecnia sonora esta prohibida desde el 2019 y en la Ciudad de Juana Koslay lo esta desde el 2015.
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Redacción realizada con información de Greenpeace, Ecologistas en Acción, Semana Sostenible e Infobae.