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Encuentran microplásticos en las placentas humanas

Un estudio de la Universidad de Nuevo México –UNM- analizó placentas humanas y encontró microplásticos en el 100% de las muestras.

Cada año producimos más de 400 millones de toneladas de plásticos, de los cuales menos del 10% son reciclados, mientras el resto termina en basurales a cielo abierto, dispersos en la naturaleza o en los océanos. Con el tiempo y la intemperie, estos residuos van degradándose en pequeñísimas partículas que se mezclan con el aire que respiramos, con el agua que bebemos y con la comida que comemos. Los microplásticos son partículas menores a 5 mm, y los nanoplásticos son aún más diminutos.

Su capacidad contaminante es tal que diferentes investigaciones científicas han hallado microplásticos en los polos y glaciares, en áreas prístinas, en lo más profundo de los océanos y hasta en las nubes, también se han encontrado en alimentos, en un sinfín de animales y en diferentes órganos del cuerpo humano.

Ahora, un estudio de la Universidad de Nuevo México –UNM- encontró microplásticos en el 100% de las 62 placentas analizadas. Si bien investigaciones anteriores ya habían detectado este problema, esta investigación es la más amplia a la fecha y brinda datos más precisos sobre las concentraciones.

Las concentraciones de microplásticos en las placentas examinadas oscilaban entre los 6,5 y los 790 microgramos por gramo de tejido. Los plásticos más comunes encontrados son el polietileno-utilizado en bolsas y envases- con el 54%, y el PVC y el Nylon con el 10%, el resto se compone de polímeros menos comunes.

Si bien no hay consenso científico sobre los efectos en la salud de los microplásticos, pueden estar relacionados con problemas hormonales, infertilidad, demencia o cáncer. En el caso de bebes en gestación, hay una gran preocupación de que la exposición a microplásticos genere problemas de desarrollo del embrión y complicaciones en el embarazo. Afortunadamente, los bebes de las madres que donaron su placenta no presentaron afecciones vinculadas a la contaminación plástica.

Lennart Nilsson, Science Photo Library.

Sin embargo, los autores advierten de la gravedad del hallazgo. Uno esperaría encontrar microplásticos en otras partes del cuerpo, ya que el plástico se va acumulando con el paso del tiempo; pero una placenta tarda solo unos meses en crecer y aún así posee microplásticos.

Matthew Campen, autor principal del estudio, dijo que el problema “solo está empeorando, y la trayectoria es que se duplicará cada 10 a 15 años. Por lo tanto, incluso si detuviéramos –la fabricación de plásticos- hoy, en 2050 habrá tres veces más microplásticos que ahora”. Asimismo, a medida que el plástico siga aumentando, las concentraciones de microplásticos en el cuerpo humano también se incrementarán. Para dimensionar, en 2020 la producción de plástico fue 900% mayor a la del 1980.

Al respecto, Campen opina que «la dosis hace el veneno. Si las dosis siguen aumentando, empezamos a preocuparnos. Si vemos efectos en las placentas, entonces todos mamíferos podrían verse afectados”.

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