La quinta sesión del Comité Intergubernamental de Negociación contra la contaminación plástica, celebrada en Busan, Corea del Sur, culminó sin un tratado vinculante que aborde este problema. Aunque la mayoría de países están de acuerdo en abordar la problemática de la contaminación plástica en todos sus eslabones, desde la producción hasta el reciclaje, un pequeño grupo de países dilatan las negociaciones.
La reunión en Corea es la quinta sesión del Comité de Negociación y debía terminar con un acuerdo firmado, sin embargo, las negociaciones estuvieron reñidas y el encuentro culminó sin un tratado vinculante. Los principales puntos de desacuerdo y discusión se centran en el alcance del tratado, un grupo de más de 100 países piden límites claros a la producción de nuevos plásticos, ya que en la actualidad solo el 5% de la producción de plástico proviene del reciclaje; pero buena parte de los países petroleros quieren que el acuerdo se centre exclusivamente en la gestión de residuos. Otro punto de discordia es la limitación de la fabricación de los plásticos descartables o la imposición de tasas especiales para ellos. También hay desacuerdos en torno al financiamiento del acuerdo.
Durante la sesión, países que no acostumbran forjar alianzas en otros contextos, como Estados Unidos, Irán, Rusia y Arabia Saudí, se agruparon para diluir la ambición del acuerdo y dilatar las negociaciones, mientras que la Unión Europea, los países africanos y parte de las naciones latinoamericanas lideraron la propuesta de un tratado ambicioso. A su turno, China mantuvo una posición intermedia. No obstante, como el tratado debe ser unánime la reunión culminó sin un pacto.
Las negociaciones iniciaron a fines de 2022 en Uruguay; en 2023 se celebraron reuniones en Francia y en Kenia, y este año en Canadá y Corea, en este contexto continuarán negociando en 2025 en una sede que aún debe determinarse.
Abordar la problemática de la contaminación plástica es imperante, ya que se han detectado microplásticos en la sangre, pulmones, placentas y cerebros humanos, entre otras, con afecciones graves para la salud. También se han hallado microplásticos en alimentos, bebidas y hasta en el aire de algunas ciudades. Por otra parte, cada año millones de toneladas terminan en vertederos a cielo abierto, dispersas en la naturaleza o desparramadas en los mares.
Según datos de Naciones Unidas, cada año se fabrican más 460 millones de toneladas de plásticos, de las cuales menos del 10% son recicladas. Según estimaciones, si todo sigue igual, la producción llegará a los 765 millones de toneladas en 2040 y a las 1.230 en 2060.
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