A través de la fan page de Cabezón, la cuidadora del perro pidió la ayuda de sus seguidores para comprar los medicamentos que el can necesita para calmar sus dolencias.
Cabezón, Cannabis, Osito es el ser vivo más querido de la Ciudad de San Luis, hace casi 20 años que vaga por la ciudad disfrutando de la libertad callejera que lo caracteriza. Nadie sabe exactamente donde ni cuando nació, rumores acerca de su origen hay muchos y la mayoría son imposibles de confirmar, lo cierto es que hace muchos años apareció en el centro puntano y se ganó el aprecio de los vecinos.
Los viejos raperos de la ciudad cuentan que lo apodaron Cannabis en las competencias de rap de la Plaza Pringles. Otros, sin embargo, lo apodaron Cabezón debido a su gran cabeza. Durante muchos años el can fue un animal callejero que sobrevivía gracias a su carácter y al cuidado común de todos los vecinos, que lo abrigaban, le daban comida y agua.
Afortunadamente, hace unos 7 años Cabezón se hizo amigo de Gabriela Pedernera, una mujer que lo acogió respetando la personalidad callejera del perro. El perro duerme todas las noches en su casa, pero su naturaleza ambulante lo lleva a recorrer la ciudad durante el día y regresar cuando oscurece. Es común cruzar al canino en la Plaza Pringles, por la Av. Illia o en los pasillos de la Universidad Nacional de San Luis, además no se pierde ninguna manifestación.

El can es tan querido que tiene miles de seguidores en redes sociales, donde los vecinos están al tanto de su día a día y colaboran en su cuidado. Por ejemplo, cuando Cabezón no vuelve a su casa Gabriela hace un posteo solicitando su paradero y, por su fama, aparece rápidamente en algún rincón de la ciudad. Hace unos años, se presentó un pedido en el Concejo Deliberante para declararlo Perro Ilustre, pero lamentablemente no prosperó.
No obstante, el perro está en avanzada edad y eso le está comenzando a pasar factura. Al ser consultada por EcoPress, Gabriela cuenta que durante sus años callejeros “Cabezón tuvo varias enfermedades o heridas que no fueron tratadas en el momento. Por ejemplo, en una de sus patas tiene el hueso molido, una dolencia que no se cura por su edad y porque no se trató adecuadamente en el momento, además tiene una displasia en su cadera. Eso le molesta bastante y hay días que le duele mucho, y necesita un calmante para paliar ese dolor”.
El analgésico se llama Previcox 223, es un medicamento “libre de corticoides que no le afecta los riñones, por eso es tan caro”, explica Gabriela, que este mes se le hizo imposible comprarle el calmante que asciende hasta 60 mil por caja. El valor del analgésico sufrió un gran aumento en los últimos meses, y “ahora que se viene la época de frío le duele más y necesita hasta dos cajas mensuales, el veterinario me dijo que eso se lo tengo que regular yo en base al estado del Cabezón, si no le duele se lo suspendo porque no quiero que se vuelva dependiente a los calmantes, pero si lo necesita obviamente que se lo doy”, comenta la cuidadora del can.
Ante la imposibilidad de afrontar este gran gasto, Gabriela recurrió a la ayuda de los amigos del perro. A través de las redes sociales pidió colaboraciones para comprar el analgésico que necesita el animal más querido de la ciudad, las colaboraciones pueden realizarse mediante Billetera Virtual al alias “CABEZÓNOSITO11” o al 2664266771, con un monto a elección que no comprometa la economía de nadie.
En otra arista, Gabriela explica que “todos los años le hago un chequeo completo al Cabezón para ver como esta su cuerpo, gracias a dios eso esta bien. Por eso el veterinario recomienda que siga haciendo lo que hace, porque eso lo mantiene bien. Hoy por hoy, lo único que le pasa factura es su edad y su esqueleto, por suerte lo demás esta todo re bien”.
